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Vas a encontrar, básicamente, data sobre historieta cómica argentina clásica. Además, bastante de bande dessinée. Algunas reflexiones sobre el lenguaje historietístico, muchas polémicas y miles de imágenes, la mayoría de mis propios archivos. La forma más fácil de ubicar un material o autor es ir a "Etiquetas", revisar y hacer click en la pertinente. También podés escribir una palabra clave en "Buscar en este blog". Tenés mi contacto, encima, acá al lado → → →→ → →→ Suelo responder mails si la consulta es muy específica. En cuanto a enlaces que ya no funcan, lo siento, llegaste tarde. Podés tomar lo que quieras, en tanto cites la procedencia. Si no citás, y te ubico, te escracho públicamente, como he hecho en varias oportunidades. Enjoy

martes, junio 23, 2009

VOLVIENDO A LA SERIEDAD

Fabio Blanco, que es muy vago para escannear, mencionó en la Argenta un artículo aparecido en SuperHumor sobre “La Isla del Tesoro”, que recientemente subí (*). Dao, mucho más laborioso, desempolva la nota completa, ya que además contiene otros datos interesantes:

Lo que no fue

Hablando de revistas de historietas, no todo lo que ha tenido éxito de continuidad resiste una lectura más o menos rigurosa. A la inversa, hay bastantes ejemplos de proyectos y realizaciones parciales, abortadas a corto plazo, que han quedado como gestos memorables de lo que pudo ser.
Sobre todo, cuando se trata de ideas originales no confundidas por el elitismo o la presunción sino válidas como propuesta comunicativa para un público mayoritario. Habitualmente, los insondables misterios de la distribución, los apuros financieros o los desencuentros entre editores, guionistas y dibujantes se encargan de hacer naufragar algunas ideas brillantes. Quedan algunos ejemplares, el gesto.
Vale la pena hablar de tres casos muy diferentes, líneas de desarrollo posible en cualquier momento.
La Colección Altamira, de David Lipzyc Editor -sí, el de la Panamericana- no llegó más allá de su primer titulo: La Isla del Tesoro, adaptación de la novela de Stevenson que realizó el tano Hugo Pratt en 36 inolvidables páginas a pluma. En formato gigante y presentación impecable, el primer y único número salió a fines de 1966 y se anunciaba la aparición inmediata de Los Tres Mosqueteros y El Hombre de la máscara de hierro, de Alejandro Dumas, en versión de Arturo del Castillo. Nunca se supo. Se le había encomendado también al notable Leopoldo Durañona la ilustración de Moby Dick, de Melville, que quedó inconclusa. No hace mucho, Record reeditó la historieta de Pratt en formato menor que sólo en parte mantiene el brillo de la primera versión; también para Record, Enrique Breccia terminó a color la ilustración de Moby Dick, que salió integra en "Tit-Bits". El poco desarrollo del intento de la Colección Altamira no invalida la excelente idea, siempre lista para editores emprendedores e inteligentes.
En otro sentido fue original la propuesta de Epopeyas Argentinas, una revista mensual que tampoco trascendió el primer número, en 1970. Dirigida por Héctor G. Oesterheld, con una larga lista de colaboradores en la parte histórica y un grupo de dibujantes novatos, Epopeyas Argentinas intentaba reproducir el esquema de un anterior éxito del notable guionista: Batallas Inolvidables, basada en los grandes enfrentamientos de la Segunda Guerra Mundial. Ahora, el tema era la independencia argentina tratada "a la manera Oesterheld": vigor, humanismo, el episodio individual intercalado en la historia conocida. Esa única entrega, ilustrada con poca fortuna por Campdepadros y Gatti, y mejor por Desimone, estuvo dedicada a La Batalla de Chacabuco. El episodio siguiente, dedicado a Güemes, el guerrillero, no salió jamás. Una lástima, porque la visión no era la acartonada y típica del bronce y el "Billiken".
La última publicación que recordamos fue un fenómeno realmente marginal, fruto de un momento especialísimo. Se trata de Doña Robustiana, que logró poner cuatro o cinco números en los kioscos entre 1972 y 1973. Dirigida por Jorge Sarraute y sin que figurasen guionistas y dibujantes, la revista que "sale cuando puede" -como decía su tapa- intentó hacer humor con política y sociología a partir de las aventuras cotidianas de una ama de casa de ruleros, lenguaje popular y problemas eternos: la vivienda, los precios, la educación... El dibujo era primario, intencionadamente rudimentario y feísta a veces, a la manera -por ejemplo- de "Il Male" italiano, y la propuesta fue clarificándose con el correr de los números. Más allá de desniveles, ingenuidades y proselitismos demasiado evidentes pero comprensibles en el momento, Doña Robustiana constituye un caso singular, digno de ser recordado y estudiado en su especificidad: no conocemos nada similar antes o después.
(SUPERHUMOR Nº 5, Marzo 1981, Sección “Lo Bueno, lo Malo y lo Feo”)

También en la Argenta, Rodrigo Baeza, había descubierto esta nota, respecto a otro trabajo rescatado de Pratt, el Sandokán, así como la portada del libro (pinchar en los subrayados).

(*) La había subido al Rapid, que rápidamente agota la posibilidad de descarga. La vuelvo a ofrecer ahora en el 4Shared, que no tiene ese límite. Al costado derecho la van a encontrar.

(Agradecería que cualquier comentario referente a posts anteriores se haga en el lugar correspondiente)

5 comentarios:

  1. Miguel, que bueno que todo valla normalizándose.

    No sabes si en 4shared los archivos subidos vencen de vez en cuando? Yo tengo subidos algunos archivos que no me hice resguardo y tengo temor a que desaparezcan y perderlos.

    Saludos

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  2. Yo guardo todo en discos, por las dudas. El 4 pareciera más confiable que el Rapid, que no se si ahora o siempre fue así, admite hasta diez descargas. Saludos

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  3. Muchachos, ustedes le hacen mucho bien a la historieta recobrando ahora digitalmente retazos de su rica historia. En definitiva, los dibujantes somos un medio, queda el laburo y quienes lo siguen.

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  4. Miguel: En el post anterior te dejé un tercer comentario aclarando algunas otras cosas.
    Me sumo a las palabras de Sergio Maganás: Es bueno que las cosas se normalicen.
    De todos modos no faltará alguno que intente evitarlo. Seguramente desde el anonimato o cebado por mis tres comentarios en el post anterior.
    Ojalá me equivoque. Saludos y quizás algún día me tengas por aquí opinando sobre temas que son de mi interés (y en especial de mi hermano mayor) mucho más allá del mundo de García Ferré.
    Sergio: Gracias por tus opiniones y comentarios "equilibrados". Fueron los que me ayudaron a poder explicar algunas cosas y demostrar (aunque quizás tarde como dice Dao) que no tengo ni tenemos nada que esconder.
    Saludos para todos. Jorge Fernández Torre, desde Mar del Plata.

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  5. Dao: Te mando mi manfiesto para que veas que lo unico que no compartia con vos era las criticas a Daniel Wilson:

    http://danielwilsonfansclub.blogspot.com/2009/06/manifiesto-oficial-de-sergio-orellana.html

    Yo seguiré con el blog del Fans Club de DANIEL WILSON. Aclaro que nunca estuve molesto por los comentarios que hiciste sobre mi persona, solo las criticas a Wilson.

    Atte. Sergio Orellana

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